domingo, 29 de noviembre de 2009

los efectos de la globalizacion en la educacion de Mèxico

Los efectos de la globalización en la educación en México

Los procesos descritos no se han realizado sin encontrar resistencia, por el
contrario, las ha habido, sin embargo, la sobredeterminación en el rumbo
económico impuesta por las presiones externas ha avasallado y desgastado la
capacidad de respuesta y de movilización de los diferentes actores sociales. La
desinformación, cuando no la ausencia total de información a la población ha
jugado un papel muy importante en este proceso.

El rumbo político está sujeto al mismo tipo de coacción que ya surtió efectos en
la economía, y las presiones para influir en un cambio cultural favorable a los
intereses internacionales, se están haciendo sentir de manera cada vez más
intensa.

En la educación las políticas son ajustar el sistema educativo mexicano para
dar respuesta a los requerimientos de la distribución internacional del
15
trabajo[14]. En ella se ha generado lo que es el “Programa de Modernización
de la Educación”, donde su objetivo es estar acordes con los cambios
económicos, tecnológicos, políticos y culturales.

La Modernización Educativa

La definición de modernidad como proceso de reestructuración productiva
puede explicar las nueva formas de concentración del capital, lo cual debe
contrastarse en su momento con las nociones de modernidad esgrimidas como
uno de los ejes sobre los que se asientan la reestructuración del sistema
educativo mexicano[15].

Los componentes de la modernización educativa son [16]:

El retiro del Estado federal de la educación mediante la descentralización
administrativa y la federalización, el traslado del financiamiento, mantenimiento
y equipamiento de las escuelas a los Estados y Municipios; la privatización de
la educación básica mediante la política de gratuidad con costos compartidos, y
para la educación superior mediante la recuperación plena de los costos
educativos con el alza de las cuotas y canalizando la demanda a los servicios
particulares; la atención a la población marginal mediante programas
compensatorios; marginación de los sindicatos en la toma de decisiones -en la
educación básica acotamiento del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE) que conservará su condición nacional después de la
federalización y participa en negociaciones y distribución de los recursos de
Carrera magisterial, pero con negociaciones salariales a nivel de gobiernos
estatales-; en la educación superior se margina completamente a los sindicatos
universitarios de la negociación salarial al no participar en la política de
estímulos al personal académico y administrativo. Se individualiza la evaluación
del magisterio, en la educación básica con la “Carrera Magisterial “ y en los
niveles superiores institucionalmente mediante el proyecto FOMES y con el
sistema de estímulos individualizados de acuerdo al desempeño personal. Una
explícita vinculación entre el sistema productivo y el educativo en la educación
básica y en los niveles superiores encauzando la demanda estudiantil hacia
carreras técnicas y mediante la creación de las Universidades Tecnológicas
(UTE).
16
Destaca el énfasis que se hace sobre la calidad de la educación más que en la
cobertura educativa, esta idea aparece en la mayoría de los foros nacionales e
internacionales, tanto académicos como oficiales, consolidándose como un
“concepto estelar”del discurso sobre las políticas educativas contemporáneas.
Contrasta con los conceptos de obligatoriedad y gratuidad, estelares en los
siglos XVII y XIX, mientras que en el siglo XX y XXI son los de calidad,
equidad, participación y eficiencia [17]. Desde el año 1982 la política educativa
del Estado mexicano ha reorientado la educación en ese sentido antes
expuesto de modernización.
Las consecuencias, en estas dos últimas décadas, en el ámbito de la cultura y
la educación, son devastadores, una de ellas es el social -conformismo[18],
Caracterizado por la desestructuración del pensamiento, el desánimo de la
Razón y el descrédito de la teoría. La voluntad e inhibición de la conciencia
Generan una conducta sumisa al poder y al orden establecido. Cualquiera
puede constatar la pérdida de la identidad nacional[19] y del horizonte
histórico[20], que no es otra cosa que el reconocimiento e identificación de
donde se vive, en un mundo desigual, una Latinoamérica empobrecida, donde
unos cuantos individuos y países concentran la riqueza y donde se oculta la
pobreza o se hace de la misma objeto de piedad.